Los refrigerios suelen considerarse como los 'malos' en una dieta. Sin embargo, si se dividen en varias porciones y se eligen alimentos saludables, los refrigerios también pueden convertirse en 'remedios'. Conozcamos formas saludables de consumir refrigerios.

 

Verificar el nivel de hambre antes de comer

 

Cuando tengas ganas de comer un refrigerio, no tomes simplemente galletas, pan u otros alimentos al azar, sino que debes pensar cuánto tienes de hambre por ti mismo. Evalúa tu nivel de hambre y asigna una puntuación del 1 al 9 para decidir qué refrigerio comer. Por ejemplo, si tu nivel de hambre es muy alto, con una puntuación de 9, opta por una comida equilibrada con nutrientes adecuados; si tu nivel de hambre es menor, con una puntuación de 4, consume algunas nueces o unas piezas de fruta. Es una forma de evitar comer impulsivamente por estrés.

Consumir dos horas antes de la comida

 

Es recomendable establecer un número y un horario específicos para las meriendas. Por ejemplo, una o dos veces al día, solo comer meriendas dos horas antes de las comidas o de 3 a 4 horas antes de acostarse. Comer meriendas con demasiada frecuencia puede alterar los hábitos alimenticios en general. La costumbre de comer muchas meriendas en horas tardías puede interferir con el sueño y también causar que se salte el desayuno al día siguiente.

 

Comer en varias ocasiones

 

La cantidad de refrigerios debe dividirse en varias ocasiones pequeñas. Los refrigerios excesivos son una causa de obesidad, pero una cantidad adecuada ayuda a eliminar el hambre y a prevenir el comer en exceso y la obesidad. Las calorías de los refrigerios deben ajustarse considerando las calorías consumidas en el desayuno, almuerzo y cena, así como el gasto calórico. Si se queman en promedio 1800 calorías al día y se toman dos refrigerios de 150 calorías cada uno, las comidas de la mañana, mediodía y noche deben limitarse a 500 calorías cada una. Por lo general, entre el 10% y el 20% del total de calorías diarias consumidas es adecuado.

 

Evitar alimentos procesados

 

Es necesario evitar los alimentos procesados como refrigerios. La mayoría de los alimentos procesados contienen edulcorantes artificiales que hacen que el cuerpo absorba más calorías. Un estudio de la Universidad de Texas también encontró que consumir una lata de refresco dietético con edulcorantes artificiales aumenta en un 37% la probabilidad de obesidad en comparación con quienes no la consumen. En lugar de alimentos dulces, salados, picantes o con crema, se recomienda consumir en cantidades moderadas frutas, nueces, yogur y otros alimentos que puedan complementar los nutrientes que normalmente faltan en el cuerpo.

 

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