Si alguien experimenta rigidez muscular y dolor en la parte posterior del cuello o en los hombros, debe prestar atención a su postura correcta. La condición conocida médicamente como 'síndrome de dolor miofascial', también llamada 'dolor de tejido profundo', puede volverse crónica si se deja sin tratar, por lo que es importante tener cuidado. A continuación, se explican los hábitos de vida que pueden causar el síndrome de dolor miofascial y las medidas preventivas.

Movimiento de la ubicación del dolor

El síndrome de dolor miofascial es una condición en la que surgen problemas en los músculos o fascias (láminas delgadas y transparentes que rodean los músculos) que rodean áreas como el hombro, el cuello y la espalda, causando dolor musculoesquelético. Cuando se presenta el síndrome de dolor miofascial, al presionar o mover la zona afectada, se experimenta un dolor punzante o una sensación de tensión. Con el tiempo, el dolor se desplaza hacia las áreas circundantes. Por lo tanto, incluso los movimientos cotidianos pueden verse limitados. Los síntomas asociados varían ligeramente dependiendo del punto de activación del dolor. Si el músculo alrededor del cuello es el punto de activación, pueden acompañarse de dolores de cabeza, molestias alrededor de los ojos, acúfenos y mareos. Si el punto de activación está en el músculo del hombro, puede sentirse entumecimiento o debilidad en el brazo o la mano.

◇Causa: postura fija durante mucho tiempo

El síndrome de dolor miofascial ocurre con frecuencia en personas que trabajan sentadas, como empleados de oficina o amas de casa, que realizan tareas repetitivas en una sola posición durante largos períodos. Cuando la postura se mantiene rígida durante mucho tiempo, se sobrecarga la columna vertebral y los músculos se tensan, causando dolor. También es común que el síndrome de dolor miofascial aparezca al moverse de manera excesiva, como al levantar objetos pesados de repente. El estrés también es una causa. El estrés puede provocar tensión en los músculos debajo de la cabeza, en la nuca y en los hombros, lo que puede generar dolor.

La postura correcta y el estiramiento son lo más importante

Para el tratamiento y la prevención del síndrome de dolor miofascial, es fundamental mantener una postura correcta y realizar estiramientos de manera constante. Es importante sentarse con la columna vertebral recta y evitar posiciones en las que se apoye la barbilla o se esté acostado boca abajo.

Si tienes que trabajar en una misma postura durante mucho tiempo, también ayuda hacer estiramientos durante 10 a 15 minutos para aliviar los músculos tensos.

El método de estiramiento consiste en primero enderezar la espalda y, en una posición sentada o de pie, cruzar la mano derecha por encima de la cabeza y colocarla detrás de la oreja en la parte posterior izquierda de la cabeza. Con la mano derecha, aplicar fuerza y lentamente tirar de la cabeza hasta 45 grados, manteniendo la posición durante 5 a 10 segundos. Repetir el mismo procedimiento en el lado opuesto.