La deshidratación acelera el envejecimiento de la piel... ¿Cuánta agua deberíamos beber?

Incluso mejorar pequeños hábitos cotidianos puede retrasar el envejecimiento. Conozcamos los hábitos de vida que aceleran el envejecimiento y acortan la esperanza de vida.

 

 

Deshidratación

Si el cuerpo carece de agua, las concentraciones de sodio y desechos en la sangre aumentan, acelerando el proceso de envejecimiento. Es mejor acostumbrarse a beber agua en lugar de café o bebidas cuando se tiene sed. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir entre 1.5 y 2 litros de líquidos al día. Sin embargo, dado que también se puede obtener agua a través de los alimentos, es importante ajustar la ingesta de agua considerando la cantidad habitual de comida.

El hábito de consumir alimentos procesados con frecuencia acelera el envejecimiento. Los alimentos procesados contienen altas cantidades de azúcares simples, grasas trans y sal para mejorar el sabor y prolongar su vida útil. El consumo excesivo de azúcares simples, grasas saturadas y sodio acorta rápidamente la longitud de los telómeros, que son indicadores del envejecimiento celular. Un estudio de la Universidad de Michigan indica que consumir un hot dog al día reduce la esperanza de vida en 38 minutos. Además, los alimentos procesados son altos en calorías, lo que aumenta el riesgo de obesidad cuando se consumen en exceso. Las personas obesas envejecen más rápido en sus células grasas.

Es recomendable alejarse de una dieta basada principalmente en alimentos procesados y optar por comidas ricas en verduras, frutas, cereales integrales y frutos secos. Según un estudio publicado en la revista internacional Nature, cambiar una dieta centrada en alimentos procesados por una que sea abundante en frutos secos, cereales integrales, frutas y legumbres puede aumentar la esperanza de vida en 10.9 años para los hombres y 10.4 años para las mujeres.

La falta de sueño interfiere en la recuperación celular y provoca desequilibrios hormonales, lo que acelera el envejecimiento. La falta de sueño aumenta la inflamación en el cuerpo, lo que reduce la capacidad de regeneración del organismo. Para prevenir el envejecimiento prematuro, es importante crear un ambiente de sueño cómodo y establecer un patrón de sueño regular. Dormir entre 7 y 9 horas al día es fundamental. Un estudio de la Universidad de Harvard en Estados Unidos también indica que los hombres que duermen entre 7 y 9 horas diarias ven aumentar su esperanza de vida en 4.7 años, mientras que en las mujeres el aumento es de 2.4 años.

La exposición excesiva a la radiación ultravioleta acelera el envejecimiento de la piel. La radiación ultravioleta daña el ADN de la piel, causando arrugas y formando manchas y pecas. La exposición prolongada y continua a la radiación ultravioleta también aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel, como el melanoma. Para prevenir el envejecimiento prematuro, es recomendable aplicar protector solar de manera cuidadosa y evitar la exposición al sol durante las horas en que la radiación ultravioleta es más fuerte, de 10 de la mañana a 4 de la tarde.

El alcohol es un factor de riesgo principal que provoca cambios negativos en el cuerpo. En particular, el consumo excesivo de más de seis bebidas a la semana causa enfermedades del aparato digestivo y acorta la esperanza de vida. Independientemente de la bebida principal, un consumo de más de tres vasos al día reduce la esperanza de vida en dos años, según un estudio de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido.

El tabaquismo afecta el riesgo de desarrollar diversos tipos de cáncer y también es la principal causa de infartos, accidentes cerebrovasculares y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, después de dejar de fumar, el riesgo de desarrollar cáncer se reduce a la mitad en 5 a 10 años y la esperanza de vida aumenta aproximadamente 10 años.