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¡La silla de masaje SAFA es mi pareja!
Hace tres años, antes de mudarme a mi lugar actual, no podía pensar en una silla de masaje porque mi casa era pequeña, pero en cuanto nos mudamos a esta casa grande, compré una silla de masaje antes que cualquier otro mueble.
Antes solía ir de vez en cuando a un café de relajación donde me daban una silla de masaje y una bebida, pagaba y me hacía un masaje, pero ahora solo en casa me doy masajes mientras veo la televisión y duermo ^^
Realmente, al hacerlo todos los días durante 2 a 3 horas en diferentes momentos, la piel se ha desgastado por completoㅜㅜ
El precio fue por algo con funciones mínimas, así que ya tiene 3 años y todavía le queda mucho por aprovechar, jeje.