Recibí el tratamiento Oligio en la sucursal Seocho de la Clínica de Belleza Privada. Llevaba mucho tiempo preocupada por la pérdida general de elasticidad en mi rostro y la ligera flacidez de mis mejillas, así que, tras pensarlo mucho, elegí Oligio. Desde la consulta hasta el procedimiento, el ambiente fue limpio y cómodo, y el director me explicó detalladamente cuántas tomas usar y en qué zonas enfocarme según mi línea facial, lo que me dio confianza. Sentí una sensación de calor durante el procedimiento, pero fue bastante doloroso. Creo que se debe a mi piel fina. El director revisó constantemente mi estado, así que pude terminar sin mayores molestias.
Inmediatamente después del procedimiento, sentí un poco de hinchazón y calor, pero remitió rápidamente. Al día siguiente, me miré al espejo y noté que la textura de mi piel había mejorado. Estoy muy satisfecha con el hecho de que puedo ver cómo mis líneas de expresión se atenúan naturalmente con el tiempo. La sucursal de Seocho es generalmente amable y las instalaciones están limpias, lo que la convierte en un lugar ideal para quienes acuden por primera vez y se sienten cómodos.
Aunque hice una reserva, ¡la larga espera tiene un lado negativo!