허리디스크가 아니라서 다행이네요 그래도 갑자기 아플수도 있으니 꾸준하게 관리하세요
Pensé que era una hernia de disco lumbar.
Hubo varias ocasiones en las que tuve un dolor muy intenso en la espalda que me impidió moverme. Cuando el dolor era demasiado fuerte, no podía ir al hospital y simplemente me quedaba en la cama, aplicándome parches y tomando medicamentos de la farmacia para aguantar. Luego, cuando pude caminar, busqué la clínica ortopédica más cercana.
Debido a que mi figura es delgada y larga, suelo tener problemas con frecuencia, por lo que normalmente tengo parches y medicamentos preparados.
Cuando era joven, nunca había tenido dolores, pero quizás por la menopausia, mientras levantaba algo no muy pesado, de repente sentí un tirón y no pude usar la espalda... incluso no podía abrir una tapa de botella con fuerza, y de repente me dolió tanto la espalda que no podía respirar, ni sentarme, ni acostarme, ni doblarme, así que gateaba. Incluso no podía sentarme en el inodoro, y por supuesto no podía hacer fuerza, así que tuve estreñimiento, no podía quitarme ni ponerme la ropa... no pude ir al hospital... pensé en llamar al 119, y me defendí con parches y medicinas de farmacia.
Pude moverme hasta cierto punto, así que fui al hospital, donde me dijeron que no era una hernia discal, me hicieron fisioterapia y me pusieron una inyección, además me recetaron relajantes musculares. Después de aproximadamente dos semanas de molestias, fui mejorando poco a poco.
Desde entonces, debido a una mala postura, a menudo tengo dolores lumbares, por lo que siempre tengo parches de medicina en casa.
Debido a que el dolor en ese momento era muy intenso, comencé a hacer ejercicios de rehabilitación con pequeños instrumentos para vivir, y por precaución, para evitar que mi espalda se colapsara de repente como si tuviera un calambre, los sigo haciendo de manera constante.
Afortunadamente, no fue un disco, pero debido a su forma corporal congénita y a su postura habitual de sentarse torcido, cruzar las piernas o encorvarse, se cree que ha sobrecargado la zona lumbar.
Primero, debido a la falta de fuerza en la espalda, incluso sin aplicar mucha fuerza, se derrumbaba, y con frecuencia se atascaba en la parte inferior, lo que hacía que no pudiera moverse, por lo que he estado haciendo pilates dos veces a la semana durante más de dos años.