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¿Acostarse con la cabeza apoyada en el brazo puede causar un 'síntoma' potencialmente mortal?

¿Acostarse con la cabeza apoyada en el brazo puede causar un 'síntoma' potencialmente mortal?
 
Riesgo de inducir síndrome de salida torácica con la postura de apoyar la mejilla

 

Si se apoya el brazo durante mucho tiempo, las extremidades y las manos se entumecen. Dormir en esta posición incómoda hace que los músculos y los ligamentos se estiren continuamente, lo que reduce la calidad del sueño y aumenta el dolor y la fatiga. Dormir con el brazo apoyado es como dormir con pesas pesadas sobre él, ya que el peso de la cabeza de un adulto suele ser de aproximadamente 5 kg. Al apoyar el brazo, se comprimen los nervios y los vasos sanguíneos. La presión constante en los vasos sanguíneos y nervios puede enfriar las manos y causar una coloración azulada, conocida como síndrome de salida torácica. El síndrome de salida torácica es una condición en la que la estructura superior del tórax comprime el nervio del brazo, la vena subclavia y la arteria subclavia, causando dolor. La mayoría de los casos de síndrome de salida torácica se deben a posturas incorrectas. Mantener durante mucho tiempo posturas que ejercen presión en el cuello y los hombros, como apoyar el brazo en la almohada, llevar bolsas pesadas o usar la computadora por largos períodos, puede provocar este síndrome. Puede aparecer hinchazón, dilatación venosa o cambios de color en los hombros, brazos y manos. En casos raros, también puede ocurrir trombosis en la vena subclavia.

Mira el techo y mantén la curva en S de la columna vertebral mientras duermes
 

Al dormir, mantener una postura correcta mejora la calidad del sueño. La postura correcta consiste en mantener la curva en forma de 'S' de la columna vertebral. Primero, mirando hacia el techo, alinea la parte posterior de la cabeza, el cuello y la columna vertebral en línea recta, luego extiende los brazos y las piernas de modo que el espacio entre las axilas y la ingle forme un ángulo de 45 grados. En ese momento, asegúrate de que los hombros no se encorven y que las palmas de las manos miren hacia el techo. Colocar una pequeña almohadilla detrás de las rodillas ayuda a mantener las articulaciones desde la columna hasta las caderas y las piernas en una curva normal. También debes prestar atención a la elección de la almohada. La almohada debe tener un ancho mayor que los hombros y una longitud desde la parte superior de la cabeza hasta el final de la columna cervical para soportar toda la cabeza y el cuello, reduciendo la carga en el cuello. Para quienes duermen de lado, la altura de la almohada debe ser mayor que al dormir boca arriba. Aproximadamente 10 a 15 cm es adecuado, considerando la altura de los hombros. Esto ayuda a reducir el dolor causado por los hombros que tocan el suelo.

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