좋은 성분이 정말 껍질에 다 있네요 양파 껍질 물 끓여서 먹어야겠네요^^
Los buenos ingredientes están en la cáscara... Cómo comer patatas dulces y cebollas así
El contenido de antocianinas en la piel de la batata ayuda a eliminar los radicales libres en el cuerpo. La piel de la batata también es rica en betacaroteno, que al ser absorbido por el cuerpo se convierte en vitamina A, ayudando a prevenir el envejecimiento y a mejorar la inmunidad. La piel de la batata es alta en fibra dietética, lo que también ayuda a mantener una función intestinal regular. Incluso si se cocina al vapor o se hierve, la vitamina C en el almidón permanece, por lo que comerla con piel aumenta aún más los beneficios para la salud. Si no te gusta que la piel quede dura, puedes cortarla en trozos pequeños y comerla en ensalada sin cocinar. Para comer la batata con piel, es necesario lavar bien la tierra y las impurezas adheridas a la piel. Basta con lavar la batata con agua corriente mientras la frota suavemente con una esponja suave o con las manos.
La cáscara de la calabaza contiene antioxidantes y compuestos fenólicos que no se encuentran en la pulpa. Los compuestos fenólicos ayudan a prevenir el envejecimiento y mejoran la circulación sanguínea, siendo efectivos para prevenir enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, es recomendable cocinar la calabaza con cáscara al vapor o secarla durante 3 a 4 días y luego prepararla en infusión. La calabaza no solo es nutritiva en la cáscara, sino también en las semillas. Las semillas de calabaza contienen calcio y magnesio, que son beneficiosos para fortalecer huesos, nervios y músculos, especialmente en niños en crecimiento y ancianos. Se recomienda lavar bien las semillas, secarlas, pelarlas y consumirlas.
La cáscara de la cebolla contiene antioxidantes llamados flavonoides, que están presentes en una cantidad 30 a 40 veces mayor que en la parte comestible. Los flavonoides reducen la inflamación en los vasos sanguíneos y eliminan los radicales libres que envejecen las células, ayudando a prevenir la demencia senil y la enfermedad de Parkinson. Otro antioxidante llamado quercetina reduce los niveles de colesterol en la sangre y mantiene los vasos sanguíneos limpios. Como la cáscara de la cebolla es difícil de comer tal cual, es recomendable ponerla entera en agua para preparar un caldo o secarla y convertirla en polvo para su consumo.
Las antocianinas, que le dan a la piel de la manzana su color rojo, son abundantes en antioxidantes que protegen la salud del cuerpo de enzimas activas, y tienen el efecto de fortalecer la función pulmonar. La fibra dietética pectina en la piel de la manzana ayuda a que el movimiento del estómago sea suave y también previene el estreñimiento. Además, en la piel de la manzana también se encuentra ácido ursólico, que ayuda a prevenir la obesidad y a regular los niveles de azúcar en la sangre. Sin embargo, es más seguro cortar y comer el tallo de la manzana, ya que a menudo puede quedar residual de pesticidas.
La cáscara exterior e interior del maní son ricas en nutrientes. La cáscara exterior del maní es abundante en luteolina, que ayuda a reducir la inflamación cerebral y a mejorar la memoria. La cáscara exterior debe lavarse cuidadosamente y luego infusionarse en agua hirviendo para hacer té. La cáscara roja interior del maní es rica en antioxidantes como catequinas, lo que la hace efectiva en la prevención de enfermedades, incluido el cáncer. También contiene una gran cantidad de fibra, lo que proporciona sensación de saciedad y estimula el movimiento intestinal. Si por motivos de textura u otros motivos la cáscara interior resulta difícil de comer, se puede cocinar al vapor o agregarla junto con el arroz. Según la Agencia de Agricultura, Alimentación y Silvicultura, el arroz cocido con maní (10% de maní) tiene el doble de contenido de antioxidantes, proteínas y minerales en comparación con el arroz normal.