Cuando se congela, los arándanos aumentan su efecto antioxidante... 4 alimentos que son buenos para congelar
Al congelar el tofu, la concentración de proteínas aumenta, permitiendo consumir suficiente proteína con pocas calorías. Cuando se congela un alimento con alto contenido de agua, como el tofu, el agua se escapa, pero nutrientes como las proteínas, que tienen partículas grandes, no pueden salir y se concentran. El contenido de proteínas en el tofu crudo es de 7.8 g por 100 g, mientras que el tofu congelado contiene aproximadamente 50.2 g por 100 g, lo que equivale a unas 6 veces más proteínas que el tofu crudo, según algunos estudios. Además, un estudio publicado en la revista de ingeniería de alimentos indica que el tofu congelado presenta mayor dureza, adhesividad y elasticidad en comparación con el grupo de control. Para cocinar el tofu congelado, basta con descongelarlo a temperatura ambiente o calentar en el microondas durante unos 3 a 4 minutos.
Al igual que el tofu, el brócoli al congelarse pierde agua y concentra sus nutrientes. Por lo tanto, se pueden consumir de manera más efectiva nutrientes como fibra dietética, vitaminas y minerales. En particular, el brócoli contiene el doble de vitamina C que el limón, siete veces más que la papa y de 6 a 7 veces más que la mandarina. Para minimizar la pérdida de vitamina C, es recomendable hervir el brócoli con un poco de sal en agua hirviendo, comenzando por el tallo. Después de escaldarlo ligeramente, se puede cortar en trozos adecuados y congelar.
Las arándanos congelados no solo tienen buen sabor, sino que también aumentan la concentración de antocianinas. Las antocianinas son compuestos que previenen la acumulación de oxígeno activo y tienen efectos antioxidantes. De hecho, un estudio de la Universidad Estatal de Dakota del Sur en Estados Unidos indica que los arándanos frescos contienen en promedio 3.32 mg/g de antocianinas, mientras que los arándanos congelados contienen en promedio 8.89 mg/g. Además, si los arándanos se dejan a temperatura ambiente, las vitaminas se pierden fácilmente por la exposición a la luz solar, pero al congelarlos, las vitaminas se conservan bien. Según un artículo publicado en la revista estadounidense de química de alimentos agrícolas, al consumir arándanos congelados en lugar de frescos, se puede absorber eficazmente la vitamina B y C.
Las espinacas también pierden algunas vitaminas y ácido fólico con el tiempo, pero almacenarlas en congelador puede preservar mejor los nutrientes. Un estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania en Estados Unidos muestra que las espinacas congeladas contienen más ácido fólico y carotenoides que las espinacas almacenadas a temperatura ambiente. El ácido fólico ayuda a mejorar la función cerebral y la salud cardiovascular, mientras que los carotenoides actúan como antioxidantes y protegen los ojos.