Cuando soplaba mucho viento frío, me resfriaba, me dolía el cuerpo y me moqueaba la nariz, así que fui al médico para que me tratara.
Me examinó a fondo y me hizo preguntas detalladas sobre mis síntomas. También me preguntó si tenía alguna otra afección médica, y cuando le dije que tenía rinitis, me recetó medicamentos adaptados a mis síntomas.
También me dijo que bebiera agua tibia con frecuencia.
Después de ver al médico, me pusieron una inyección de analgésicos y tomé la medicación recetada durante tres días. Me sentí mucho mejor. Las enfermeras también fueron muy amables y atentas, y me saludaban a menudo.
Me alegra que haya un hospital amable y completo cerca de mi barrio. Si vuelvo a enfermarme, sin duda volveré.
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