Acudí a nuestro departamento de medicina familiar debido a un resfriado fuerte y dolor de garganta. El ambiente tranquilo y limpio me tranquilizó. El proceso de registro fue rápido y el personal amable, lo que me permitió recibir tratamiento sin inconvenientes, a pesar de sentirme mal. Al entrar en la sala de reconocimiento, el director evaluó cuidadosamente mi garganta y mis síntomas generales. Me explicó con detalle si se trataba de un simple resfriado o de un dolor corporal, lo cual facilitó la comprensión. Me recetó medicamentos adaptados a mis síntomas e incluso me dio instrucciones detalladas sobre cuánto tiempo tardaría en recuperarme y qué precauciones debía tomar en mi vida diaria, lo que me infundió confianza. Después de tomar la medicación, el dolor de garganta y los dolores corporales remitieron rápidamente y quedé muy satisfecho con los resultados. En general, el hospital fue amable y confiable, lo que lo convirtió en un lugar al que volvería cuando tuviera un resfriado.