Tenía un bulto parecido a un forúnculo que llevaba varias semanas creciendo, así que me sometí a cirugía. Había estado posponiendo el tratamiento por miedo, pero cuando fui al hospital, el médico me explicó todo con amabilidad, tranquilizándome. La incisión y el drenaje fueron minuciosos. Controló mi nivel de dolor constantemente durante el procedimiento, así que no sentí ninguna molestia importante. Después, con antibióticos y desinfección, sentí que la hinchazón y el dolor disminuían gradualmente, y me tranquilizaron las instrucciones detalladas sobre el proceso de recuperación. Las instalaciones del hospital estaban limpias y el personal fue muy comunicativo, lo que hizo que la experiencia del tratamiento fuera completamente satisfactoria de principio a fin. Ojalá hubiera venido antes en lugar de retrasarlo.