La Clínica Pediátrica y de Adolescentes de Chorong es un lugar confiable para llevar a mi hijo. En primer lugar, la sala de espera es limpia y luminosa, así que mi hijo no tiene miedo. El médico tuvo la amabilidad de examinar primero su condición y explicar cada síntoma detalladamente, lo que me tranquilizó como padre. El proceso de tratamiento es exhaustivo y no prescribe medicamentos innecesarios, lo que aumenta mi confianza. Las enfermeras también hicieron que mi hijo se sintiera cómodo, así que rara vez hubo llanto ni ansiedad. El flujo de pacientes bien organizado permitió una atención rápida. El sistema de reservas también es relativamente estable, así que no suele haber largas esperas. En general, el consultorio es cómodo y las explicaciones son detalladas, lo que lo convierte en una clínica pediátrica que me gustaría volver.