¿A qué hospital vas? Fui a la clínica de bienestar por una inflamación en la piel.

En un día de verano, tuve que sudar mucho, y desde ese día, las áreas como las axilas o partes de la piel que no están bien expuestas al aire se rascaban casi constantemente, hasta que la inflamación se volvió tan severa que cambió el color de la piel. Como generalmente no suelo ir al hospital, intenté aguantar, pero esta vez no pude resistir y decidí visitar la dermatóloga con la intención de recibir una receta de emergencia. Después de una consulta de unos 2 minutos, me recetaron medicación y me dijeron que observara la evolución. Pensé que mis síntomas eran bastante graves, pero quizás para el médico no lo eran. Así que tomé bien la medicación recetada y apliqué los medicamentos antiinflamatorios, y ¿quizás después de unas dos semanas? Sentí que la picazón desaparecía. Creo que me tomó unos dos meses hasta que estuve seguro de que no había problema. Honestamente, ahora pienso que cuando uno va a la dermatóloga o a cualquier hospital, busca resultados claros en poco tiempo, pero al menos, incluso si los síntomas son evidentes, creo que deberían informarte sobre las varias posibilidades para recuperarte rápidamente. Quedó esa sensación de insatisfacción.