Cuando se gana peso en la infancia, aumenta el número de células grasas y se desarrolla obesidad en la edad adulta
La obesidad infantil se refiere a los casos en los que el peso es al menos un 20% mayor que el peso estándar para la altura en la etapa de la infancia hasta la pubertad, o cuando el índice de masa corporal (IMC) está por encima del percentil 95 en comparación con otros de la misma edad y sexo.
El profesor Seo Jeong-hwan dijo: "Incluso en niños, la obesidad puede causar complicaciones relacionadas con el síndrome metabólico, como hipertensión, diabetes y dislipidemia, y el aumento de grasa en la sangre puede conducir a arteriosclerosis, que obstruye los vasos sanguíneos, aumentando el riesgo de angina, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular". Además, añadió: "El exceso de peso también reduce la capacidad de ejercicio, ejerce presión sobre las articulaciones y las células grasas estimulan las hormonas gonadales en la glándula pituitaria, lo que puede llevar a la pubertad precoz y afectar negativamente el crecimiento en estatura".
La obesidad infantil está fuertemente influenciada por los hábitos alimenticios y el comportamiento de la familia. Si uno de los padres es obeso, la probabilidad de que el hijo también lo sea es del 40 al 60%. Si ambos padres son obesos, la probabilidad aumenta hasta el 80%, y hay estudios que indican que si la madre es obesa, el riesgo de obesidad en el hijo aumenta en más de 2.5 veces en comparación con los niños que no tienen esa condición. Por lo tanto, para resolver la obesidad infantil, toda la familia debe reducir el consumo de alimentos altos en calorías y grasas, como la comida rápida, y adoptar una alimentación equilibrada y nutritiva, además de corregir los hábitos alimenticios y realizar actividades físicas como paseos juntos para modificar los patrones de comportamiento.
La clave para el tratamiento de la obesidad en niños y adolescentes consiste en inducir y mantener cambios en los hábitos de vida. Para los niños con obesidad, la gestión de la dieta puede ser más efectiva que el ejercicio excesivo. El profesor Seo Jeong-hwan dijo: "Los niños con obesidad están en una etapa de crecimiento, por lo que incluso si no hay cambios en el peso, pueden dejar de ser obesos si crecen en estatura", y agregó: "Es mejor mantener una dieta equilibrada que incluya diversos nutrientes como calcio, proteínas y grasas en cantidades adecuadas, en lugar de reducir la ingesta de comida para disminuir el peso". Explicó que, dado que los problemas de hábitos alimenticios y las calorías adecuadas pueden variar en cada niño con obesidad, también es una buena opción realizar consultas nutricionales con especialistas y nutricionistas.