Las semillas de chía remojadas en agua son más efectivas para comer en invierno. Primero, ayudan a reponer líquidos, facilitan la digestión, proporcionan energía sostenida y regulan los niveles de azúcar en la sangre, además de contribuir al control del peso, mejorar la salud de la piel y fortalecer los huesos y el corazón con sus ricos nutrientes.

Esta pequeña semilla está llena de fibra, proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales, y especialmente cuando se remoja, se convierte en una especie de gel que facilita la digestión y aumenta la absorción de nutrientes. A continuación, se presenta la razón por la cual se debe consumir semillas de chía remojadas en invierno, basándose en información de Times of India.

 

Rehidratación

 

En invierno, a menudo no se siente tanta sed, por lo que no se bebe suficiente agua. Sin embargo, mantener la hidratación es importante en cualquier estación. Cuando las semillas de chía se remojan en agua, absorben humedad y se convierten en una especie de gel, lo que ayuda a suministrar agua al cuerpo al consumirlas. Esto también desempeña un papel importante en la digestión, la salud de la piel y el mantenimiento de la energía.

Salud digestiva 

 

La chía en polvo, rica en fibras solubles e insolubles, tiene un efecto positivo en la digestión. La chía remojada es más fácil de digerir y ayuda a que las fibras actúen de manera más efectiva. Estas fibras promueven el movimiento intestinal, previniendo el estreñimiento y mejorando la salud digestiva en general. Durante el invierno, cuando se consumen alimentos grasos y la actividad física disminuye, a menudo se presenta indigestión; en estos casos, consumir regularmente chía remojada puede ayudar a la digestión y mantener la salud intestinal.

 

Provisión de energía= 

 

Las semillas de chía remojadas son ricas en ácidos grasos omega-3, proteínas y fibra, y se digieren lentamente, proporcionando energía de forma continua. Las semillas de chía remojadas aumentan la absorción de nutrientes y ofrecen energía estable durante todo el día. Consumir semillas de chía remojadas en invierno, cuando la actividad física disminuye y el frío provoca fatiga fácilmente, ayuda a mantener la vitalidad.

 

Control de los niveles de azúcar en la sangre 

 

Las semillas de chía pueden ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre. Durante el invierno, el aumento en el consumo excesivo de comida y dulces puede provocar picos de azúcar en la sangre. La fibra abundante en las semillas de chía retrasa la absorción de azúcar, ayudando a mantener los niveles de glucosa de manera estable. Esto es especialmente beneficioso para las personas con diabetes o que necesitan controlar su nivel de azúcar en la sangre.

 

Control de peso 

 

La fibra, las grasas saludables y las proteínas contenidas en las semillas de chía son excelentes para el control de peso. Por ejemplo, las semillas de chía remojadas se expanden en el estómago, lo que ayuda a mantener la sensación de saciedad por más tiempo y previene comer en exceso. En invierno, el aumento de peso puede ocurrir fácilmente debido a comer en exceso o consumir muchos refrigerios, por lo que se recomienda reemplazar estos con semillas de chía remojadas para mantener la saciedad.

 

Salud de la piel= 

 

El viento frío y el aire seco del invierno hacen que la piel se reseque y se vuelva áspera. Las semillas de chía contienen ácidos grasos omega-3, que ayudan a mantener la hidratación de la piel y a aliviar la inflamación. Consumir regularmente semillas de chía remojadas puede mantener la elasticidad y la humedad de la piel, además de prevenir la sequedad y la irritación cutánea durante el invierno.

 

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¿Ha probado las semillas de chía?

También es bueno para la salud ósea

Nunca lo he probado.

¿La forma de comer es simplemente beberlo con leche?

 

También tengo curiosidad.