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¿Qué sucede cuando los niveles de azúcar en la sangre aumentan en el cuerpo?

 

¿Qué sucede cuando los niveles de azúcar en la sangre aumentan en el cuerpo?

 

◇'Glucemia': cantidad de glucosa en la sangre

Los carbohidratos que consumimos durante la comida ingresan al cuerpo y se convierten en glucosa. En ese momento, la glucosa presente en la sangre se llama 'azúcar en la sangre'.

La glucosa en sí misma es energía. Cuando haces ejercicio o usas tu cuerpo, se consume glucosa. Por eso, los niveles de azúcar en la sangre bajan y comúnmente se dice que "se ha bajado el azúcar". En nuestro cuerpo, un nivel adecuado de azúcar en la sangre es menos de 100 mg/dL en ayunas y menos de 140 mg/dL dos horas después de comer.

 

Si la hiperglucemia persiste, pueden aparecer síntomas como fatiga y disminución de la concentración, y en casos graves, puede conducir a problemas de salud como la diabetes. Es importante mantener los niveles de glucosa en sangre controlados para evitar factores de riesgo de la diabetes.

 

Insulina y hemoglobina glucosilada afectadas por la hiperglucemia

El páncreas secreta 'insulina' para devolver los niveles de azúcar en la sangre a la normalidad después de comer. Cuando la insulina envía glucosa a las células del cuerpo, estas utilizan el azúcar como energía. La glucosa restante que no se usa como energía se convierte en 'glucógeno' y se almacena en el hígado y los músculos. Si la cantidad almacenada excede la capacidad, el glucógeno restante se convierte en grasa y se acumula en el cuerpo.

Si se consume una gran cantidad de carbohidratos y azúcares, y el nivel de azúcar en la sangre se mantiene alto, se acumará más grasa en el cuerpo. Esto significa que no hay suficiente ejercicio para usar esa energía, por lo que la grasa aumenta y los músculos disminuyen. Los malos hábitos alimenticios y la falta de ejercicio conducen a la obesidad, y las personas obesas tienen más facilidad para desarrollar diabetes, que es difícil de controlar con insulina. Entre la obesidad, las personas con obesidad abdominal y grasa visceral son especialmente más peligrosas.

Hay otra cosa que hay que tener en cuenta para prevenir la 'diabetes' que se desarrolla por la hiperglucemia persistente. Es la hemoglobina glucosilada.

La forma en que la hemoglobina de los glóbulos rojos, que transporta oxígeno en la sangre, se une a la glucosa en la sangre se llama hemoglobina glucosilada. La vida útil de los glóbulos rojos es de aproximadamente 120 días. Al realizar una prueba de niveles de hemoglobina glucosilada, se puede conocer el control promedio de la glucosa en sangre en los últimos 2 a 3 meses. El rango normal de hemoglobina glucosilada es del 4 al 5.7%. Un nivel de 6.5% o más se diagnostica como diabetes.

 

Si la hiperglucemia persiste, el azúcar se acumula en la grasa, lo que conduce a la obesidad y aumenta la probabilidad de desarrollar diabetes. Además, debido a la glucosilación de la hemoglobina, los niveles de hemoglobina glucosilada aumentan, lo que progresa a la diabetes. Por lo tanto, el control de la glucosa en sangre puede considerarse el primer paso para prevenir la diabetes.

 

Mejorar los hábitos alimenticios y hacer ejercicio: el comienzo del control de la glucosa en sangre

Se puede controlar el nivel de azúcar en la sangre mediante hábitos alimenticios saludables, ejercicio y otras medidas.

El orden de las comidas en el que primero se consumen las fibras dietéticas, seguidas de proteínas y carbohidratos, facilita el control de la glucosa en sangre. Las fibras dietéticas retrasan la absorción de los alimentos en el intestino, evitando picos rápidos de glucosa en sangre. Además, ayudan a reducir los niveles de colesterol, lo que también contribuye al control de la glucosa. Al consumir los carbohidratos, que son clave para la glucosa en sangre, en el último lugar, se aumenta la sensación de saciedad, lo que previene el comer en exceso.

El nivel de azúcar en la sangre aumenta más entre 30 minutos y 1 hora después de comer. En ese momento, sería bueno hacer ejercicio de fuerza leve que cause algo de sudor o caminar, que son ejercicios aeróbicos. Esto ayuda a consumir el azúcar en aumento y evita que el azúcar sobrante se convierta en grasa. Si es posible, es recomendable aumentar la masa muscular mediante ejercicios adecuados. Los músculos ayudan a elevar la tasa metabólica basal, lo que aumenta la energía utilizada incluso con la misma cantidad de calorías consumidas. Además, amplía el espacio para almacenar glucógeno, que puede almacenarse antes de que la glucosa se convierta en grasa.

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